"No, no puede acabar lo que es eterno, ni puede tener fin la inmensidad".
Rosalía de Castro
En su partida de nacimiento figura como "hija de padres
incógnitos", pero no llegó a entrar en la Inclusa al hacerse cargo de ella
su madrina María Francisca Martínez, fiel sirviente de la madre.
Rosalía era hija natural del sacedorte José Martínez Viojo
(1798-1871) y María Teresa de la Cruz Castro y Abadía (1804-1862), una hidalga
soltera de escasos recursos económicos.
http://www.cervantesvirtual.com/portales/rosalia_de_castro/autora_biografia/
En abril de 1856, se trasladó a Madrid y dos años
después se casó con Manuel Murguía. Dio a luz a siete hijos. Adriano, el cuarto
murió en una caída y la menor, Valentina, nació muerta.
Esto junto con la muerte de su madre significó un duro golpe
en su ya delicada salud y penurias económicas.
La pobreza, el ambiente siempre nuboso y con lluvias también
perfilaron en cierta medida su fragilidad y aspecto melancólico que se tradujo
posteriormente en una literatura real con los pueblos de campo y mar y una
visión metafísica que contribuyó al enriquecimiento literario y que la ha
mantenido siempre viva e intacta a través del tiempo a pesar de una muerte
prematura.
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