17 de julio de 1932 - 30 de septiembre de 2020
La vida de un genio.
Investigación literaria, artística y científica de personajes con características y vidas especiales a través de sus palabras, hechos y biografías.
Cronos
Varias eternidades en un día.
*(Luma: Árbol de Chile muy robusto)
Nicanor Parra , con su estilo, creó una tendencia a la que se llamó “antiposía”. No significa la negación de la poesía, sino que huyó de todo lo que llamaba “excesos retóricos”, centrándose en lo coloquial y realista siendo directo y mordaz en ocasiones. Fue nominado para el Premio Nobel.
Nació en año 1914 y murió en el 2018, más de 100 años que le dieron una vida llena de acontecimientos, enriquecidos desde su infancia con una familia bohemia con la cual cambiaba frecuentemente de lugar y dentro de la pobreza.
Vivió dos guerras mundiales, épocas de dictadura, de democracia, de golpes militares.
Se graduó en la Univrersida de Chlie como profesor de matemáticas y estudió cosmología en Londres donde conoció a quien sería su esposa, Inga Palmen y con quien regresó a Chile .
Viajó invitado a EE.UU, Perú, Mexico, Panamá donde dictaba conferencias y asistía a talleres. Luego emprendió viajes a Moscú, Roma, Madrid, Fue invitado a Pekín y pasó por Suecia.
Vivió la “Guerra Fría” y la dictadura militar de Pinochet donde evitó represalias, apartando la antipoesía y dedicándose a otros proyectos y así hasta el regreso a la democracia, donde siguió con su vida inquieta llena de hechos y proyectos. En fin una existencia larga y repleta de acontecimientos, actividad y publicaciones.
Como homenaje a sus 100 años se celebró una exposición de la vida íntima visual desde su infancia hasta el entorno íntimo con sus mujeres, hijos, incluso la relación con su hermana Violeta, a través de documentales, vídeos y fotografías.
Una de las tantas biografías:
https://ediciones.udp.cl/libro/nicanor-parra-rey-y-mendigo/
Dentro de un hogar lleno de privaciones económicas, sufría constantes enfermedades incluyendo la viruela.
Empezó a tocar la guitarra a los 9 años y a los doce ya componía.
Tuvo que abandonar la escuela normal para trabajar en el campo y cantando en posadas, circos, trenes, etc.
Se casó, tuvo dos hijos que adoptaron el apellido Parra al iniciarse en la faceta artística. Se divorció. Formó parte de grupos o como solista y ya luego creó con su hermana el dúo Parra, donde comenzó la defensa al folklore chileno.
Viajó al exterior y se consagró en París. También se dedicó a la cerámica, la pintura; impartía cursos de folklore. Viajó por gran parte del mundo con una enorme actividad.
Tras varios intentos de suicidio, un 5 de febrero de 1967 lo hace definitivamente con un tiro en la cabeza en su carpa La Reina.
En la última carta a su hermano Nicanor, deja este enigmático mensaje:
“Yo no me suicido por amor, lo hago por el orgullo que rebalsa a los mediocres…” “Dice por ahí que los Parra son cortados a una misma tijera. El que lo dice debe haberlo cortado por un serrucho…”
¿Dice, quién?
Todo tan distinto a su “Gracias a la vida"
"No, no puede acabar lo que es eterno, ni puede tener fin la inmensidad".
Rosalía de Castro
En su partida de nacimiento figura como "hija de padres
incógnitos", pero no llegó a entrar en la Inclusa al hacerse cargo de ella
su madrina María Francisca Martínez, fiel sirviente de la madre.
Rosalía era hija natural del sacedorte José Martínez Viojo
(1798-1871) y María Teresa de la Cruz Castro y Abadía (1804-1862), una hidalga
soltera de escasos recursos económicos.
http://www.cervantesvirtual.com/portales/rosalia_de_castro/autora_biografia/
En abril de 1856, se trasladó a Madrid y dos años
después se casó con Manuel Murguía. Dio a luz a siete hijos. Adriano, el cuarto
murió en una caída y la menor, Valentina, nació muerta.
Esto junto con la muerte de su madre significó un duro golpe
en su ya delicada salud y penurias económicas.
La pobreza, el ambiente siempre nuboso y con lluvias también
perfilaron en cierta medida su fragilidad y aspecto melancólico que se tradujo
posteriormente en una literatura real con los pueblos de campo y mar y una
visión metafísica que contribuyó al enriquecimiento literario y que la ha
mantenido siempre viva e intacta a través del tiempo a pesar de una muerte
prematura.