lunes, 7 de septiembre de 2020

No puede acabar lo que es eterno

 "No, no puede acabar lo que es eterno, ni puede tener fin la inmensidad".

Rosalía de Castro



Rosalía de Castro nació en la madrugada del 24 de febrero de 1837 en una casa localizada en el margen derecho del Camiño Novo, la antigua vía de entrada a la ciudad de Santiago de Compostela para todos aquellos viajeros procedentes de Pontevedra.

En su partida de nacimiento figura como "hija de padres incógnitos", pero no llegó a entrar en la Inclusa al hacerse cargo de ella su madrina María Francisca Martínez, fiel sirviente de la madre.

Rosalía era hija natural del sacedorte José Martínez Viojo (1798-1871) y María Teresa de la Cruz Castro y Abadía (1804-1862), una hidalga soltera de escasos recursos económicos.

http://www.cervantesvirtual.com/portales/rosalia_de_castro/autora_biografia/

En abril de 1856,  se trasladó a Madrid y dos años después se casó con Manuel Murguía. Dio a luz a siete hijos. Adriano, el cuarto murió en una caída y la menor, Valentina, nació muerta.

Esto junto con la muerte de su madre significó un duro golpe en su ya delicada salud y penurias económicas.

La pobreza, el ambiente siempre nuboso y con lluvias también perfilaron en cierta medida su fragilidad y aspecto melancólico que se tradujo posteriormente en una literatura real con los pueblos de campo y mar y una visión metafísica que contribuyó al enriquecimiento literario y que la ha mantenido siempre viva e intacta a través del tiempo a pesar de una muerte prematura.


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