viernes, 29 de enero de 2021

Herbolario de Emily Dickinson

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Cuando cuento las semillas
sembradas allá abajo
para florecer así, lado a lado;

cuando examino a la gente
que tan bajo yace
para llegar tan alto;

cuando creo que el jardín
que no verán los mortales
siega el azar sus capullos
y sortea a esta abeja,
puedo prescindir del verano, sin queja.

Nació en Amherst, en la casa familiar. La mayor parte de sus amistades fueron por correspondencia. Siempre vestía de blanco. No le gustaba salir de casa, no era amiga de fiestas ni compromisos sociales y al final de su vida ni siquiera salía de su habitación.

Parece que eso contaban sus vecinos. 

Sus  biógrafos afirman que escribió toda su vida y que entre miles de poesías, su hermana presentó una selección después de su muerte a una editorial que las publicó y desde allí su fama comenzó a expandirse. 

Se cuenta que a los 9 años comenzó a estudiar botánica en la escuela fundada Mary Lyon que animaba a las niñas a crear sus herbolarios.

De dolescente comienza a estudiar en el seminario femenino Mount Holyoke y es cuando empezó a interesarse por la botánica como una ciencia.

Enferma y esto le obliga a regresar al hogar para quedarse allí definitivamente, donde va enriqueciendo sus herbolarios y la poesía. 

Su obra gira en torno al amor mezclado con la naturaleza de las plantas y los campos. 

Su vida amorosa sigue siendo un misterio y así debería quedar ya que no rebeló con claridad a quién o a quiénes iban dirigidos sus poemas , salvo mediante deducciones. 

Aunque, en una de sus cartas a Thomas Wentworth Higginson, a quien ella llamaba Master, escribe:
"Cuando era pequeña, tuve uni amigo que me enseñó lo que era la inmortalidad, pero se aproximó demasiado a ella y nunca regresó. Poco después murió mi maestro, y durante largos años mi única compañía fue el diccionario. Luego encontré a otro, pero no quería que yo fuese su alumna y se fue de la región."
Con respecto último que menciona, hay cartas y poemas, en donde él regresa después de 20 años y le confiesa que  no podía estar más sin ella después de que fuera obligado al exilio con su mujer e hijos por el padre de Dickinson, muy poderoso por cierto. 

Los dos hombres que Dickinson menciona en su carta a Higginson son, en verdad, los protagonistas de sus poemas de amor. Ella misma lo expresa en otras cartas y no existen motivos para negarlo. Sin embargo, sus respectivas identidades deberían esperar siete décadas para ser desveladas. Todo por la indiscreción de la Universidad de Harvard que reúne también su colección de cartas. 

Curiosamente cuando ellos dos mueren, Emily se recluyó y parece ser que por último ya no salía de su habitación. 

Me quieres—estás segura—
No temo equivocarme
No me despertaré engañada
Una complaciente mañana
y descubriré que el Sol se ha ido ¡que los Campos—están desolados
y que mi Amor—se ha marchado!

No debo inquietarme—estás segura.
Nunca llegará la noche
En la que, asustada, corra a tu casa
Y encuentre las ventanas oscuras
Y mi Amor se haya ido—dime
¿Nunca llegará?

Claro que estás segura—sabes
Que lo soportaré mejor ahora
Si me lo dices así
Que si—cuando la Herida
haya sanado
¡Me hieres—otra vez!


4 comentarios:

Moony-A media luz dijo...

El agua se aprende por la sed.

La Tierra —por los Océanos atravesados.

El Éxtasis —por la agonía—

La Paz —la cuentan las batallas—

El Amor, por el Hueco de la Memoria.

Los Pájaros, por la Nieve.

Siempre los llamé herbarios en lugar de herbolarios. Me encanta hacerlos.
El último que hice tenía 300 plantas.

La poesía de Emily es diferente a otras, es poesía enamorada me da la impresión, bueno, al final como casi todas.
La leí hace tiempo, demasiado quizá.
Besisimos.

Luz dijo...

Guau qué maravilla Moony. Yo no hice, pero me encantan.
Traje a Dickinson porque no sé si fue una mujer "especial" con una vida extraña y claustrofobica o un fenómeno de la época que dejaba a las mujeres en la oscuridad.
Besisimos

Alauda dijo...

No tenía ni idea de los herbolarios de Dickinson, las poesías, sí. Escribió tanto, tanto que no conocerla se hace difícil.
Muy bueno. Tratas tan bien a los personajes.
Besos

Luz dijo...

Parece que era su vida, de coleccionista y poeta.
Besos